Los bazares son un punto de intercambio cultural y económico, además son una forma alternativa de mercado dónde se apoya a los artesanos, emprendedores, pequeñas empresas, la economía local y se transmite conocimiento. Por supuesto, también son lugares dónde se compra, se vende, se come rico y se socializa. Los bazares, como punto de intercambio surgieron en Mesopotamia alrededor del año 3000 a.C. para que los comerciantes pudieran vender sus productos a los pobladores locales. Hoy con la evolución del comercio electrónico, este tipo de mercados, así como los negocios físicos han visto disminuidas radicalmente sus ventas. Sin embargo, siguen siendo la opción más viable que ofrece:  

• Variedad de productos: Los bazares ofrecen una amplia variedad de productos, desde alimentos frescos y procesados hasta artesanías y ropa. Así como productos únicos y originales que no encuentras en las tiendas tradicionales.


• Precios justos: Los precios en los bazares son justos, tanto para el productor como el comprador. Ya que se ofrecen productos sostenibles, diversos, frescos, de calidad y con un valor cultural.


• Ambiente único: Los bazares ofrecen un ambiente agradable y social, ya que genera una conexión con el origen del producto por la interacción directa con los productores y artesanos.